INICIACIÓN Y PRÁCTICA SALUDABLE DEL CICLISMO

La práctica del ciclismo no sólo sirve para estar en buena forma física, sino que tiene múltiples objetivos e intereses añadidos que el mero hecho de pedalear con el fin de progresar físicamente. Entre ellos se podría destacar, el conocer y explorar los alrededores de nuestro entorno cercano, viajar haciendo cicloturismo o utilizar la bicicleta como medio de transporte.
Aunque lo meramente físico no es condicional en este tipo de prácticas de disfrute y ocio (salir habitualmente en solitario o con un grupo de amigos sin objetivos deportivos, sólo por el placer de rodar) o funcionales (ir al trabajo o a clase en bicicleta) si tenemos que tener en cuenta que la bicicleta nos puede ayudar a posponer o ahuyentar ciertos riesgos cardiopulmonares que pueden aparecer con la edad, hábitos de vida inadecuados o factores de riesgo como tabaquismo, consumo excesivo de alcohol o sedentarismo. Ante este tipo de situaciones o como prevención y mejora de nuestra salud, la bicicleta se convierte en un gran aliado cardiosaludable y de disfrute activo del tiempo de ocio, en especial para los más jóvenes.
En este tipo de prácticas alejadas de todo rendimiento deportivo propondremos un trabajo aeróbico general con las adaptaciones que este tipo de esfuerzos tienen en nuestro organismo y que repercuten de manera beneficiosa en nuestra salud.
ADAPTACIONES GENERALES DEL ENTRENAMIENTO AERÓBICO |
Mayor tamaño del corazón Disminución de la frecuencia cardiaca en reposo y en ejercicio submáximo Mayor capacidad para metabolizar hidratos de carbono y grasas Disminución del peso graso Mejora evidente de la termorregulación y uso de líquidos Beneficios a nivel psicológico: mayor estabilidad emocional |
Como consecuencia de todo esto, establecemos las siguientes líneas de actuación en la práctica del ciclismo no competitivo:
1.- Ante todo la práctica ciclista ha de ser siempre divertida y exenta de cualquier riesgo.
2.- Buscaremos una actividad ciclista continua, sin grandes interrupciones en el tiempo, buscando siempre salir en mayor número de días posibles a rodar. En este sentido aplicaremos la máxima “es preferible salir 7 días 1 hora que 7 horas, 1 día”.
3.- Intentar hacer un mínimo de actividad física a la semana y ejercicios alternativos para minimizar la imposibilidad de salir en bicicleta por mal tiempo, obligaciones o imprevistos.
4.- Conviene conocer la Frecuencia Cardiaca Máxima y trabajar según los % de la misma para regular el esfuerzo que será mayoritariamente aeróbico.
5.- No hacer cambios bruscos de intensidad ni de tiempo. El volumen y la frecuencia de las salidas ha de aumentar muy progresivamente.
6.- Calentar y enfriar siempre
7.- En la medida de lo posible elegir los recorridos según las posibilidades personales. Una buena fórmula en caso de viento, es elegir la ruta en el que lo llevemos “a favor” de vuelta a casa.
8.- Proveer una semana de “descanso” cada mes, en donde se rodarán menos kms y más suaves.
9.- Si sales en grupo, evita transformar lo que iba a ser un rodaje placentero en una competición. En ese sentido buscar salidas con amigos “seguros” o rodar en solitario.
10.- No acumular cansancio. Escuchar las sensaciones del cuerpo. Si está cansado darle descanso.
Disfruta de la bicicleta, RUEDA SEGURO, USA CASCO, ROPA ADECUADA, RESPETA EL CÓDIGO DE CIRCULACIÓN Y NUNCA USES ROPA INTERIOR DEBAJO DEL CULOTTE CICLISTA.
César Castro
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte