Feliciano Martín, el “Pitano”. El ciclista amateur con más anécdotas de la historia del ciclismo español

Con 87 años, también apodado como el “Pantani de Comillas”, nos cuenta en una entrevista realizada en la plaza del Ayto. de Comillas todas sus anécdotas vividas desde los años 30 hasta la fecha 

INFOGRAFÍA: ©ciclismo gonzalez

El pasado sábado día 9 de julio, D. Feliciano Martín Tejedor, nos concedía esta entrevista en su localidad de acogida donde nos cuenta las mil y una anécdotas y batallas vividas en el ciclismo durante toda una vida octogenaria.  

La entrevista, que será publicada en un formato de tres capítulos, no fue fácil, ni en la sesión de fotos, ya que al tratarse de un personaje muy admirado y conocido en la `Villa de Comillas´ nos interrumpían los lugartenientes continuamente para sacarse fotos con él. Pero mereció la pena. 

D. Feliciano es una persona que a pesar de los años que tiene, desprende vida y entusiasmo; con una cabeza que ya la quisieran para ellos multitud de jóvenes y personas de mayor edad. Con camino de los 88 años, todavía es el día que sale a entrenar casi todos los días. 

Nos encontramos en la maravillosa localidad cántabra, como es la Villa de Comillas, con Feliciano Martín. Por el nombre a muchos no les es familiar, pero sí cuando les digo que se trata de “Pitano”, sobre todo en la localidad de Segovia, y “Pantani” en la tierra cántabra. 

ENTREVISTA, 1.ª Parte 

Buenos días y gracias por abrirnos las puertas de tu casa (Comillas, tierra de adopción). 

Gracias a vosotros. 

¿De dónde viene el apodo de “Pitano”? 

Pues se lo llamaban a mi padre. Será por la nariz, que la tenía muy larga. Jjjjj, y el pitano, el botijo, el pisano y un diminutivo de Feliciano… En mi casa me llamaban así, el “Pitano”. Éramos, “Pitano Mayor” y “Pitano Pequeño”. 

¿De dónde viene el “Pantani de Cantabria”? 

Tenía un perrín pequeñuco, tipo chihuahua, y le pune el nombre de “Pantani”. Y en lugar de llamarme “Pitano”, empezaron a llamarme “Pantani”, como a mi perrín, que hace cuatro años ya murió. Muy guapo era…; me acuerdo mucho de él (se emociona). 

Por lo que tengo entendido, sales a entrenar casi todos los días… 

Sí, casi todo el año. 

En invierno me abrigo un poco y como tengo vacaciones todo el año…pues, salgo y así estoy entretenido. Ahora tengo que ir a comprar, hacerme la comida y limpiar la casa, porque a la mujer la tengo malita y tengo menos tiempo, y antes lo hacía ella, durante 50 años, que llevo 60 casado y yo tenía más tiempo. Pero siempre busco un hueco para salir. 

¿Cuántos kilómetros vienes a hacerte en cada salida? 

Antes hacía muchos, entre 150 y 200 kilómetros, pero ahora con 40 o 50 me sobra y ya llego cansadito y después tengo que hacerme las labores domésticas. 

Pero te voy a contar una anécdota, ¡lo que hace el amor! 

Una vez vine desde Segovia hasta Comillas-360 km.-yo solito, en una jornada. ¡Eh!, a las cinco de la mañana salí de Segovia; a las 7:50 estaba en Valladolid, en una churrería que frecuentaba, porque yo trabajaba en esos momentos en la petrolera `Campsa´(Valladolid), estuve unos 25 o 26 años, todo esto de noche. Antes no había coches. Yo tenía unos cuarenta años cuando realicé este viaje, recién casado y mi esposa estaba en Comillas. Vine en bicicleta porque yo tenía un Renault 5 y se me estropeo.  

Te sigo contando, a las 9:45 ya estaba en Palencia y luego ya paré en Aguilar de Campoo, que paraban los camiones de la `Campsa´, que venían a Santander a cargar el petróleo. Entonces… comí con ellos en un restaurante de carretera de Aguilar de Campoo y me dicen: “¡Ale! Vamos a subir la bicicleta al camión y te llevamos” y les dije: ¡Ahora ya no!, es cuesta abajo todo lo que queda; A las 19:30 ya estaba en `Comillas´. 360 kilómetros, yo solito. Tuve suerte de que no tuve avería, no hubo aire y no tuve ninguna caída. 

Mencionaste hace un momento que en aquella época no había coches y en la época actual, con todo el tráfico que hay…¿No te da miedo salir? 

¡No!, no me da miedo nunca. He tenido pequeños sustos y eso… Algún mal intencionado para asustarme, pero nada…; ¡no tengo miedo! Porque si piensan en eso, voy cantando, hasta en francés, me lo paso bomba. Si piensas en los percances, no sales ni de casa. 

Añadió: “Ahora me dio el medico por dos años más el permiso de conducir, que es vecino mío. Tenía un Renault 19 que se ponía a 220 kilómetros por hora, Jjjj. Ahora tengo un Captur, le he cambiado y ahora voy tranquilo”. 

Hasta aquí la primera parte de la entrevista. Sirve para conocer un poco más en profundidad al personaje. La siguiente publicación será un viaje en el tiempo hacia si infancia.